La diosa Frigg
Snorri Storluson, en la primera parte de su Edda Menor, titulada Gylfaginning, describe a Frigg como la diosa por excelencia. Tiene el papel de esposa, madre y asesora de Odin, dios supremo del Asgard, reino de los dioses.
Ella es la diosa más prominente de los Aesir, sensata y prudente y, como reina de los dioses, era la única que tenía permitido sentarse junto a su esposo en su trono, a observar los acontecimientos de los nueve mundos.
Los hijos de Frigg son Balder, el dios de la luz, Hodur, el dios ciego, y Hermor. Sus hijastros son Bragi, Heimdall, Tyr, Vidar y Váli. Thor es mencionado en algunas ocasiones como su hermano o como su hijastro, ya que hay versiones de que ella misma era hija de Odín, su esposo, lo cual no se aclara en los textos antiguos.
Frigg es una diosa compleja por sus múltiples atribuciones. Principalmente venerada por los temas del hogar, la fertilidad y el amor; también cuida de los hombres en la guerra a través de su poderosa protección mágica, así como de quienes morían heroicamente en combate. Además, tiene el don de la profecía, aunque nunca revela lo que sabe, antes bien lo que ve le es útil para gobernar y llevar adelante sus roles como gran madre del Asgard.
De igual manera es considerada la diosa de la atmósfera, o más específicamente, de las nubes y por ello era representada con vestimentas blancas u oscuras, de acuerdo a su humor (variable como el de su esposo Odín), al cual se adaptaban las condiciones atmosféricas. Por su afinidad con la atmósfera se representa hilando en su rueca hilos de nubes, como se aprecia en la gráfica superior.
Suele ser descrita como una mujer alta, bella y majestuosa, caracterizada por su coquetería y el gusto por los bellos atavíos. Solía estar coronada con plumas de garza real y llevaba un cinturón de oro del cual pendía un montón de llaves, distintivo del ama de casa nórdica, guardiana del hogar y sus posesiones. En cada aparición de Frigg en reuniones y banquetes de los dioses, deslumbraba por su belleza y la riqueza de su vestuario y joyas.
Aunque a menudo aparecía junto a su esposo Odín, prefería permanecer en su propio palacio Fensalir o Fensal, el lugar de las nieblas o del mar, donde ella manejaba hábilmente su rueca, hilando hebras de oro o tejiendo extensas telas de nubes de brillantes colores. Su deslumbrante rueca enjoyada brillaba en el cielo nocturno, en lo que se conocía en el Norte como “La Rueca de Frigg” y en otras latitudes como “El cinturón de Orión”.
La historia más difundida de Frigg la representa en su rol de madre y está relacionada con la muerte de su amado hijo, Balder. Mas, con relación a su gusto por los lujos, hay una historia singular:
Frigg y el robo del oro
Cierta vez, Frigg visitó un templo donde encontró una hermosa estatua de Odin, su esposo, hecha en oro. Al ser el oro su debilidad, no resistió la tentación y robó una parte para llevarla a los enanos y hacerlos elaborar un collar nunca antes visto. La joya, ya terminada, resultó tal resplandeciente, y le favorecía tanto, que el mismo Odín sintió renovado su amor hacia su esposa, ignorante del origen de ese oro.
Cuando Odín descubrió el robo, increpó a los enanos para que confesaran quien había cometido tal fechoría. Los enanos, obstinadamente, se negaron a denunciar a la diosa reina y Odín decidió acudir a la propia estatua para que, a través de las runas, revelara la identidad del ladrón. Frigg aterrada buscó la ayuda de su sirvienta Fulla, que siempre la asesoraba inteligentemente, y ésta trajo a un horrible enano. Él realizó un sortilegio a través del cual la estatua hablaría sólo si Frigg se dignaba a sonreírle de buen grado, lo cual no ocurrió.
Esa noche, el enano sumió a los guardias en un profundo sueño y destruyó la estatua para que ésta nunca hablara. Frustrado Odín y sintiéndose irrespetado por los actos de vandalismo, se fue del Asgard. Al irse se llevó consigo todas las bendiciones que a diario infundía a dioses y hombres, lo cual fue sumiendo al mundo en un sinfín de calamidades.
Sus hermanos, Vili y Ve trataron de usurpar el poder, se repartieron los bienes de Odín, además de querer compartir también a Frigg, en lo cual no se pusieron de acuerdo. Entre tanto, no pudieron evitar que los gigantes de hielo invadieran la tierra y destruyeran la vegetación ahogando la vida con su gélida presencia. Al cabo de 7 meses, Odín se apiadó y regresó al Asgard. Con él retornaron las bendiciones y la prosperidad. Desalojó a los usurpadores y obligó a los gigantes a reconstruir lo que habían devastado. La tierra prosperó alegrándose de nuevo con su sonrisa y la sonrisa de Frigg.
Confusión entre Frigg y Freyja
Muchos autores confunden a Frigg con Freyja. Ellas, a pesar de sus semejanzas, en realidad representan dos distintas facetas del arquetipo femenino.
Freyja es una diosa Vanir, hermana gemela de Freyr, hijos de Njord, un dios vinculado a la tierra fértil, a la costa marina y a la navegación. Por ello, Freyja está ligada a la tierra, la fertilidad y las batallas en las cuales comanda la legión de Valkirias.
Frigg, en cambio, es Aesir, hija de Fiorgyn y hermana de Jord, según algunos autores, para otros es hija de Jord y Odín, con quien posteriormente se desposó. Su vínculo con el dios supremo la asocia con la maternidad y el hogar, con lo cual se asocia al orden y a la prudencia más que a la fecundidad o sexualidad en sí misma.
Freyja, es descrita como una diosa sensual e incluso promiscua. Capaz de mantener relaciones con dioses, enanos, elfos y humanos. La única excepción, los gigantes, a quienes aborrecía, como todas las diosas. La vida sexual de Freyja era muy activa y hay una leyenda que asegura que por lograr un collar de oro y piedras preciosas, aceptó dormir con los 4 enanos que lo habían fabricado. También se afirma que amante de su hermano Freyr.
Frigg, era la diosa del hogar y bendecía a aquellas parejas de esposos que habían sido fieles a quienes hacía conducir a su presencia una vez que habían muerto para honrarlos y permitirles estar juntos. Está asociada a las mujeres casadas y era invocada para ayudar en el parto. Se la relaciona con el tejido y asuntos domésticos, en especial con aspectos del amor y la familia.
Se ha llegado a concluir que Frigg y Freyja podrían haber sido originalmente una sola deidad, las dos caras del arquetipo femenino de poder, lo cual no queda claramente establecido debido a la escasez de referencias directas. Lo cierto es que el día de la semana Viernes en nórdico antiguo se llama tanto Freyjudagr y Frjádagr (por Freyja y Frigg, respectivamente).